miércoles, 29 de septiembre de 2010

De la boca hacia el final...

Luego, el bolo alimenticio cruza la faringe, sigue por el esófago y llega al estómago, una bolsa muscular de litro y medio de capacidad, en condiciones normales, cuya mucosa segrega el potente jugo gástrico, en el estómago, el alimento es agitado hasta convertirse en el quimo.
A la salida del estómago, el tubo digestivo se prolonga con el intestino delgado, de unos cinco metros de largo, aunque muy replegado sobre sí mismo. En su primera porción o duodeno recibe secreciones de las glándulas intestinales, la bilis y los jugos del páncreas. Todas estas secreciones contienen una gran cantidad de enzimas que degradan los alimentos y los transforman en sustancias solubles simples.
El tubo digestivo continúa por el intestino grueso, de algo más de metro y medio de longitud. Su porción final es el recto, que termina en el ano, por donde se evacuan al exterior los restos indigeribles de los alimentos.

Todo empieza en la Boca...

En la boca comienza el proceso de masticacion y la salivacion, a cargo de los dientes, la lengua y los musculos de la cara que mueven las mandibulas. Al mismo tiempo las glandulas salivares producen saliva, que se mezcla con el alimento triturado; asi se forma el bolo alimenticio. La saliva tiene enzimas que digieren los alimentos (solo los hidratos de carbono y el almidon). Luego la lengua empuja el bolo alimenticio hacia la farinje, en el proceso que se conoce como deglucion. Estas digestiones se conocen como, mecanica que se lleva a cabo por los dientes, los musculos del esofago, estomago e intestino; y la quimica, producida por las enzimas de la saliva, el jugo gastrico, el pancreatico, y el intestinal.